ERLANDER SOSA HIJAR

Poeta, realiza un importante trabajo como promotor cultural dentro de la Sociedad de Poetas y Narradores. Nació en el bello distrito de Ámbar el 19 de setiembre de 1961, hijo de don Jesús Sosa Solís y doña Olga Híjar Tena. Estudió la carrera de Ingeniería Pesquera en la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión graduándose en el año 1987. Trabajó durante muchos años en la pesca de altura en buques extranjeros, esas largas travesías le ayudan a descubrir su vena lírica, convirtiéndose en el poeta de altamar.

Su poesía, de índole romántico están relacionados con el quehacer marítimo y lugares geográficos lejos del Perú, también se caracteriza por sus versos de estilo religioso, inspirados por su fe católica que practica. Como dijimos, realiza un permanente trabajo al frente de la cultura de nuestra Región.

AMBARINA DE MI VIDA
Ambarina de mi vida
te amo cada día más
mi corazón no te olvida
allí siempre estarás

Eres una bella mujer
con la que casarme anhelo
y ser feliz con tu querer
en este bendito suelo.

Quisiera casarme cholita
un dichoso quince de agosto
para que nuestra virgencita
nos bendiga con todo gusto.


EN VANO TE ESPERÉ

Zarpo hoy para una nueva travesía
hacia los horizontes de los mares,
tal vez navegue por Oceanía
buscando pesca por esos lugares.

En vano te esperé, tú no llegaste
ansiaba despedirme una vez más,
un fuerte abrazo quería darte,
porque tal vez no te veré jamás.

Cuando me alejaba del viejo muelle
pensé que con tus pasos apurados
a tiempo llegarías por la calle,
mandándome muchos besos volados.

Rogaba, cuando se iniciaba el zarpe
oír tu voz, diciéndome que me amas,
que no sufrirá mi amor ningún golpe
porque mía eres y de nadie más.

¿Por qué me privaste de tu presencia?
deseaba contemplar tu hermosura,
sabes que medio año será mi ausencia
sin poder disfrutar de tu ternura.

Por amarte creí tener derecho
que llegaras a calmar mi aflicción,
quería tener grabado en mi pecho
tu linda voz, hecha dulce canción.

Quería refrescarme en tus corrientes
arrancarme el calor de mis pesares
dejando las fluctuaciones ausentes
sintiendo la fuerza que dan los mares.

Quería abrigarme con tus cabellos
retratarme en los iris de tus ojos,
con tus manos palpar lugares bellos
y fijar mi vida en tus labios rojos